miércoles, 31 de agosto de 2011

Cuidando a nuestro hijo...

El ser padres conlleva una serie de inmensas satisfacciones y alegrías, cada pequeño logro puede ser maximizado por nosotros, porque nosotros lo vemos como algo único, algo genial y maravilloso, al menos eso me pasa a mi con mi hijo, sin embargo también es cierto que con los hijos empiezan las preocupaciones, como les he contado de los miedos, algunos justificados y otros sin justificación alguna, al final esos miedos pueden ayudarnos o destruirnos, dependiendo la forma en que los abordemos. 

Nosotros hemos tomado algunas medidas de seguridad en cuestión de los miedos, ya les he contado sobre las acciones que tomamos en casa y en general, también comente sobre mi paranoia que nos hizo comprar un cinturón para traer a Leo amarrado a mi cuando saliéramos a caminar. 

Ahora un nuevo temor a surgido, claro que no quiero caer en la paranoia otra vez, los niños crecen y bien dice mi papá: "hijos chicos problemas chicos, hijos grandes problemas grandes" cuando pensamos que con el tiempo esos temores desaparecerán, pues es mentira porque cambian pero en algún sentido suelen aumentar, mi nuevo temor es que mi hijo se me pierda, todo esto a raíz de que desapareció de mi vista, estoy segura que fue menos de un minuto, pero fue el minuto más largo de mi vida, hasta que lo encontré, no es algo de lo cual me sienta orgullosa, es más no es algo de lo que me hubiera gustado hablar, por el contrario quisiera olvidarlo, que nunca hubiera ocurrido, sin embargo es algo que pasa, un descuido y los niños nos dan un susto, sobre todo los niños tan activos como mi hijo que no se están quietos y que todo el tiempo buscan algo nuevo o diferente para hacer. 

No les voy a narrar la triste historia de como perdí a mi hijo, eso sentí que lo perdí y aunque fue tan poco tiempo es horrible, lo que si les diré es que estuve buscando información de niños perdidos, datos, estadísticas, etc., con el fin de incluirlos en esta entrada, pero no encontré mucho al respecto, al día siguiente de lo que me paso vi un capítulo de la serie de "Criminal Minds" en donde dicen que bastan 7 segundos para que un niño desaparezca. Eso me preocupo, por eso buscaba datos, lo que si encontré es que la mayoría de los niños que se pierden son por sustracción de uno de los padres por problemas familiares o cosas parecidas. 

Aquí encontré cierta información en donde alguien se dio a la tarea de investigar sobre los robos y muestra algunos datos, tal vez tontos, sin embargo se los comparto: 


  • Sabias que es mas probable que tu hijo muera electrocutado, que por robo?
  • Sabias que es mas probable que lo atropellen por no usar el puente peatonal, que por robo?
  • Sabias que es mas probable que tu hijo muera de una infección pulmonar por el tabaco, que por robo?
  • Sabias que es más probable que tu hijo sea mas propenso a morir por problemas intestinales por la comida chatarra por no enseñarle a comer bien, que por robo?
  • Sabias que es mas probable que a tu hijo llegue a las 110 años antes que se lo roben?
  • Sabias que a tu hijo le es mas fácil que le caiga un árbol en forma de pene gigante encima, antes que sea robado?
  • Y sobre todo Sabias que es mas probable que a tu hijo o hija lo moleste y/o viole el sacerdote de tu parroquia antes que sea robado?

Los datos anteriores pueden tranquilizarnos, indignarnos o hacernos reír, de cualquier forma nos preocupamos ¿Cómo no hacerlo? si son tan pequeños, tan indefensos, tan traviesos, si no miden el peligro, si no saben de maldad, a pesar de lo leído en esa página yo si creo que los accidentes pasan, que los niños son traviesos y se pueden perder, por eso es mejor ser precavidos. 

Nosotros encontramos una forma de ser precavidos gracias a la dueña del sitio www.chamaquitos.com.mx , ella nos sugirió compráramos un localizador de niños, existen 2 modelos diferentes y nosotros compramos este.  

Apenas lo estamos usando pero nos da cierta tranquilidad, no se trata de descuidarlos, pero si de estar al pendiente y de ocupar los medios necesarios para proteger a nuestros hijos, sobre todo cuando (repito) son tan activos y traviesos.

Mi pequeñito entendió que debía tenerlo consigo, de hecho le explicamos para que era y apenas oprimimos el control que nosotros traemos él corre para buscarnos, es como un aviso para él también, así que lo recomiendo ampliamente. Nuevamente muchas gracias a todos por leer y como siempre les mando un beso. :)



lunes, 29 de agosto de 2011

Una semana en la escuela.

Esta es una breve descripción de lo que nos ha pasado esta semana, lo que hemos vivido con la entrada de nuestro querido pequeñito a la escuela. Relato de los hecho paso a paso.

Domingo: estoy terminando de escribir mis sentimientos y miedos con la entrada de Leo a la escuela, estoy completamente segura que voy a llorar toda la mañana y que no podré soportar estar lejos de mi hijo, pero también sé que debo ser fuerte, que debo transmitirle seguridad a mi hijo, que debo hacer lo posible porque todos estemos bien. No puedo dormir pensando en eso, pero bueno mañana será otro día. 


Lunes: Estaba muy nerviosa, pensé que iba a llorar toda la mañana, me enoje un poco porque mi esposo no iba a poder estar conmigo, pero no paso nada grave, mi hijo se quedo en la escuela pero si lloro. Como en la escuela se lleva lunch para todos los niños y nosotros iniciamos fui a media mañana a dejarlo, me pareció por un momento escuchar el llanto de mi hijo, me puse nerviosa. Llegando a casa le pregunte si le había gustado la escuela, no dijo que "no", sólo sonreía, lo interprete como un si. 


Martes: Recordando que nos dijeron que si los niños se ponían mal nos avisarían por teléfono para que fuéramos por ellos, ayer no me despegue del teléfono, pero empiezo a creer que todo es mentira, son palabras que nos dicen para tranquilizarnos, pero no, no es así, hoy cuando lo lleve me encontré con una mamá que me dijo que ella fue por su hijo a las 11 de la mañana y que ese día también lo iría a recoger temprano, no puedo creerlo, estoy confundida. Mi hijo también lloro pero sólo un poco en la entrada y de igual forma lloro cuando fui por él, máximo medio minuto, pero me preocupa, no quiero que se estrese.


Miércoles: Me pareció que mi hijo no lloro, pero lo entregue tan rápido que no pude ver bien su carita, sin embargo al momento de llevar el desayuno no lo escuche llorar, pero otros niños si lloraban, a la salida me dio los brazos, lo he notado más contento y todo el día quiere bailar, que lastima que no habla, pero siento que todo el tiempo me quiere contar algo, se frustra porque no puede. 


Jueves: Hoy mi esposo llevo a nuestro hijo a la escuela, me cuenta que nuestro cachorro le estiro los brazos a la maestra para irse con ella, sin embargo también se escucho su llanto por unos instantes, fue la misma historia cuando fui por él a la escuela, pero se dejo besar por la maestra un gran avance para nosotros. 


Viernes: Ayer se escuchaba un poco mormado, así que en la mañana le sugerí que si quería no fuera a la escuela, pero no le gusto para nada la idea, se levanto y tomo el uniforme, olvide decir que ayer me costo mucho trabajo que quisiera quitarse el uniforme, ya lo relaciona con la escuela y no lo quiere dejar. Lo fabuloso de hoy y raro a la vez fue que llegando a la escuela se bajo de mis brazos como cuando no quiere que lo siga cargando y se avienta, así lo hizo y camino solito hacia el salón, raro porque lo hizo en medio del llanto, me pareció rara su conducta así que le pregunte a la maestra, ella me indicó que es probable que él crea que debe llorar al llegar ahí, aunque lo haga de buena gana, efectivamente mi cachorro entro al salón e inmediatamente el llanto paro. Sigue feliz y ya veremos como nos va la siguiente semana, la maestra dice que se puede dar un retroceso, pero que ella espera que no sea así y que este muy contento y sin llorar. 


Lunes: otra vez, no publique el fin de semana, pero por un lado esta bien porque así puedo contarles que mi hijo el día de hoy entro corriendo a la escuela, ni siquiera me dio tiempo de darle un beso y desearle que le fuera bien, se metió al salón y me dejo afuera, sin llanto y a la salida igual, ni llanto ni nada, de hecho toda la semana pasada se llevo un juguete denominado objeto de transición para que con ese objeto no sintiera tanto el cambio de dejar la casa, hoy no quiso llevarse ningún juguete, creo que vamos progresando y muy bien. 


Mi hijo me ha demostrado lo fuerte que es y lo fuerte que puedo llegar a ser, estamos encantados con su reacción en la escuela y con lo feliz que lo vemos, esto no quiere decir que todo sea perfecto, de la escuela nos enviaron una lista de las reacciones que pueden tener los niños al entrar a la escuela y estas incluyen falta o exceso de sueño, falta o exceso de hambre, muestre berrinches, enojo, rebeldía, o algo parecido. Así que la adaptación va poco a poco sin presión. 


Muchas gracias por leer, un beso. 

domingo, 21 de agosto de 2011

A unas horas de entrar al maternal

 Todas las mamás tenemos miedo, al menos eso creo, en mayor o menor medida, mi miedo constante es no saber educar bien a mi hijo, pero en realidad surgen muchos miedos con el nacimiento de los hijos.

He platicado con varios amigos y conocidos sobre los miedos, en determinado momento de la vida todos cambiamos y lo que en algún momento creímos que era parte de nuestra vida, termina por modificarse gracias a algún miedo que nos producen los hijos. Como aquellos que tienen alguna profesión peligrosa y "deciden" cambiarla o tomar más medidas de seguridad con el nacimiento de los hijos, algunos gustan de la velocidad y también la modifican al tener un hijo, hay muchos tipos de miedos, otros tal vez no tienen miedo o no modifican nada de su vida, pero en mi caso han cambiado algunas cosas y esos miedos son reflejo de que quiero lo mejor para mi hijo.
He leído que esta clase de miedos cuando somos padres puede llegar a convertirse en un gran problema ya que el miedo puede llegar a paralizarnos y por lo mismo no actuamos de la mejor manera, en ocasiones ese miedo nos impide saber que hacer y como actuar.

En unas horas mi hijo se va a la escuela, entra con 2 años cumplidos al nivel llamado Maternal, tardamos un poco en elegir la escuela, pero creemos que fue nuestra mejor opción, esta cerca de casa, tiene salidas para alguna contingencia, hay circuito cerrado de televisión, tienen una maestra por cada 10 niños y también existe una nanita o asistente que se encarga de cambiar de ropa a los niños, cambiarlos, dormirlos y auxiliarlos, todas las maestras cuentan con cursos de primeros auxilios, tienen seguro de gastos médicos mayores para los niños que los cubre en caso de accidente dentro de las instalaciones y también en el trayecto de la escuela a la casa, o de casa a la escuela, las maestras están preparadas y calificadas, fueron muy amables y en todo momento respondieron cada una de mis dudas. 

Aun con todo lo anterior me sentía un poco miedosa, claro el estudio de las escuelas lo realizamos hace 6 meses, así que el miedo empezó a llegar, pensaba que hijo es en realidad muy pequeño, que no esta listo, que no lo van a poder cuidar, que luego habla y no le entiendo, que allá menos le van a entender, que si no avisa que le tienen que cambiar pañal y entonces se va a rozar, así mil preguntas que me estaban haciendo pensar en la posibilidad de perder el dinero de la inscripción, todo por mis miedos y no tanto por el dinero, si no porque creía que no estaría bien. Afortunadamente otra junta me hizo darme cuenta que mi hijo estará en buenas manos y que elegimos la mejor escuela para él. 

Siempre digo que la teoría es muy fácil, pero lo complicado es la práctica, la teoría me la sé muy bien, incluso yo era de las que decía que lo mejor era que los niños fueran a la guardería que así eran niños más seguros, más sociables, etc., etc., pero los miedos se apoderan de mi... a unas horas no tengo idea de lo que pasará, espero que mi hijo disfrute la escuela, que le guste y que este listo para convivir y socializar con más niños... además hace unos días veía la televisión y un comercial de un canal de bebés que dice que un regalo que le podemos dar a los hijos es una ventaja, creo que eso estamos haciendo y hemos tomado una buena elección. Ya veremos como se acopla nuestro hijo y como vamos experimentando el día a día de esta nueva etapa... Aun tengo algunos miedos que esconderé muy bien para tratar de transmitir seguridad y confianza a mi hijo. No les prometo no llorar, pero si dar mi mejor esfuerzo. 

Muchas gracias por leer. Les platico después como nos fue. Un beso. 

lunes, 8 de agosto de 2011

Onicofagia: Mi hijo se come las uñas

Onico ¿Qué? Onicofagia, así se le llama, resulta que todo tiene un nombre y a la manía, compulsión o hábito de comerse las uñas se le llama de esa forma. Onicofagia, no creí que tuviera nombre, pero claro fui muy ingenua al pensarlo, también fui ingenua al creer que el hecho de que mi hijo se comiera las uñas era simplemente una mala costumbre y que con el tiempo se le quitaría, me he equivocado, así como suelo hacerlo, lo bueno creo yo, es que me he puesto a investigar al respecto para tomar cartas en el asunto y actuar de inmediato para revertir este comportamiento de mi pequeñito.

Resulta que me he encontrado con mucha información y he visto fotos espantosas de manos sin uñas, que han desaparecido por completo por esa ansia y desesperación que lleva a arrancarlas, eso en los casos más severos, pero también he leído y visto que provoca lesiones como inflamaciones y elevación de los bordes laterales, forma verrugas e incluso puede provocar hemorragias e infecciones. También es peligroso el hecho de comerse las uñas porque los cachos de uña se pueden implantar en la faringe y producir reacciones inflamatorias o incluso pueden ir a parar a los pulmones, también afectan sus dientes, pueden producir desgaste en los mismos, se pasan bacterias, virus y hongos al estomago y esto es sólo por mencionar algunos aspectos y además por no mencionar nombres científicos de todo lo que sucede, el caso es que un simple hecho como el comerse las uñas se puede llegar a convertir en un gran problema de salud, sobre todo cuando no se actúa a tiempo. 

En esta micro-investigación que realice para conocer un poco sabre sobre la Onicofagia me encontré que la mayoría de los niños se come las uñas para calmar sus ansias y lo suelen hacer antes de dormir, cuando están mirando televisión o en la escuela, efectivamente mi cachorro se come las uñas en los dos primeros casos, es un tema un tanto amplio y que también abarca el comportamiento de los padres hacia los hijos, hay información que explica que esta clase de trastorno se da por factores psicológicos como estados obsesivos, compulsivos, agresividad o como forma de calmar momentos de nervios, ansiedad o angustia (que creo que este es el caso de mi hijo), el estrés o bien dificultades sociales, laborales o escolares hacen que se presente este trastorno, también se da por factores o causas psicosomáticas, en esta categoría es difícil generalizar, sin embargo hay ciertas características que pueden provocar este trastorno, por ejemplo: cambios dramáticos en la unidad familiar, no asumir la pérdida de un ser querido, violencias y disputas domésticas reiteradas, divorcios y separaciones de los padres, rechazo a padrastros o madrastras, rechazo a la incorporación en la familia a nuevos hermanos o hermanas, malos tratos, humillaciones, presión por los estudios y un sin fin de otras causas, pero en la mayoría de estás causas las frustraciones acumuladas, la timidez y la baja autoestima son los rasgos más significativos que llevan al sujeto a morderse las uñas. Se dice que desaparecerá esta manía cuando se adquiera confianza y seguridad en el área familiar, escolar o laboral. (En este Link encontré alguna de esa información)

Así mismo leí que hay una forma de hacer que los niños no sigan comiéndose las uñas, desgraciadamente la información que he encontrado habla de niños de más de 3 ó 4 años aproximadamente, mi hijo en este caso es prematuro y las recomendaciones que dan para los niños tienen que ver con lo siguiente: 
  • Establecer una comunicación cálida con los hijos. 
  • Informarles sobre las consecuencias que el morderse las uñas les puede traer a su vida. 
  • Hablarles de las consecuencias físicas y también de salud, incluso se pueden mostrar fotos. 
  • Sustituir con chicles o zanahorias. 
  • Tratar de que tenga las manos ocupadas. 
  • Tratar de remediar la situación psicosocial que lo esta alterando. 

Lo que NO se recomienda es lo siguiente: 
  • Cubrir los dedos con líquidos malolientes o picantes. 
  • Colocar guantes todo el tiempo, incluso cuando haga calor. 
  • Atar las manos, restringiendo así sus movimientos. 
  • Castigos o amenazas. 
  • Premiar cuando no lo haga. 
  • Haciendo comentarios hirientes al respecto. 

El uso de cualquiera de estos métodos sólo provocará que sustituya ese hábito por otro como un tic facial o bien, intensificará las causas que originaron el problema. 

Nosotros debido a la edad de nuestro pequeño estamos  hablando con él para que entienda y también jugando, para ocupar sus manos, cuando notamos que esta con la manita en la boca, es complicado, aun no descubrimos cual puede ser el origen de su ansiedad, aunque tenemos la teoría de que ha pasado por varias separaciones a su corta edad, que aun no logra entender y que eso puede estarle ocasionando esa ansiedad, sobre todo porque sus seres queridos que lo consienten, lo cuidan y lo protegen cuando están con él, de repente desaparecen, es decir el estilo de vida de la familia es así y le costará darse cuenta debido a la sensibilidad que tiene desde bebé.


Como en todo, tenemos mucho trabajo por hacer para revertir este comportamiento, hasta el momento es difícil y aunque al principio iniciamos con el pie izquierdo porque intentamos hacer que dejara de comerse las uñas de una forma un tanto violenta, con gritos y quitandole las manos de la boca, sin golpes, pero tampoco era la mejor manera. Ya les platicaré como nos va con esta Onicofagia de mi pequeñito. 


Muchas gracias por leer, les mando un beso.