miércoles, 29 de diciembre de 2010

Una paranoia compartida.

Hace unos días leí la entrada de un blog que sigo y que es de los pocos escritos por papás "Mijo el Fulanito", me encontré con que la mamá del fulanito está preocupada por la seguridad de su hijo, debido a que mi pequeño es unos meses más grande que “el fulanito” ya estamos viviendo esta parte del miedo y cuidado de nuestro pequeñito.


Hemos tomado varias medidas y una de ellas fue (al igual que ellos) el adquirir una pequeña mochila que se coloca en la espalda de los pequeñitos y que tiene una cinta de seguridad para sujetar a mi pequeñito, al principio nos pareció muy buena idea, sobre todo porque a Leonardo le encanta ir a todos lados conmigo y el 90% de las veces quiere seguir caminando, investigando y si yo tengo que hacer algo, buscar algo en mi bolsa, pagar, recibir algo, etc., le puedo quitar la vista un momento y eso es suficiente para que algo pueda pasar.


Les dije que al principio nos pareció muy buena idea, pero después me decepcione un poquito porque un día al salir con Leonardo le puse su mochilita a la espalda y llevaba sujeta la cuerda de seguridad a mi muñeca, unos señores pasaron a nuestro lado y un señor le dijo al otro: “Mira ya saco a pasear a su mascota”, la verdad me sentí muy mal porque no me gusto ese comentario y no me gusta sentir que cuando mi hijo y yo salimos se vea como que estoy saliendo con mi perrito o algo así, entonces deje de usar la mochila por un buen rato y prefería llevar a Leo en mi fular, sin embargo no funcionaba siempre porque efectivamente Leonardo quería bajarse y seguir caminando.


Ahora todo ha cambiado y pienso que la mochila simplemente es una excelente idea, ya no me importa lo que me digan en la calle y no tengo problema alguno, todo por el bien y la seguridad de mi pequeñito, cambie de idea después de platicar con algunas mamás. Un día que lleve a Leo conmigo y su mochila a la tintorería, iba cargando camisas y más camisas y entonces no lo podía cargar, así que me lo lleve caminando y la señora de la tintorería me dijo: “Que bueno que lo trae así porque los niños son tremendos y en un descuido se pierden o se lastiman”, entonces le conté lo que me paso y se enojo mucho, “Quisiera saber quienes son para irles a decir sus cosas, les hubiera dicho algo” me regañaba, entonces me contó la triste historia de que ella perdió a un hijo, sólo fue por 2 días, pero dice que su sufrimiento fue infinito, en el supermercado le quito la vista un momento y su hijo desapareció, afortunadamente lo recupero, pero hasta los ojos se le llenaron de lagrimas, después otro día me encontraba en una tienda departamental y tenía a Leo con su mochilita en la espalda e igual lo tenía sujetado con mi mano, me detuve a ver unas playeras para mi esposo y en ese momento Leo estaba junto a mí, sentí que se estiro la cinta de seguridad y cuando volteo Leo había desaparecido, se metió bajo un cubo de adorno de la tienda, tenía una puerta y se arrastro, pero si no hubiera tenido la cinta yo no lo hubiese visto y tal vez ni hubiese imaginado que se había metido ahí y lo hubiera empezado a buscar por toda la tienda, esto de verdad, fue cuestión de un minuto a lo mucho, así que ahora estoy feliz y le llevo su chango a todos lados, de hecho pueden ver las fotos del día de muertos en las que Leo ya trae su chango–mochila en la espalda. Cuando Leo usa su mochila regularmente salimos él y yo, así que no ando tomándole fotos, se las debo. 


Siento que mi paranoia es normal, es la de toda mamá que se preocupa por la seguridad y bienestar de su pequeñito, pienso que también depende del lugar donde cada pequeñito viva, pero la ciudad de México es un lugar muy movido y un poco inseguro, así que lo mejor es cuidar a mi chiquito aunque a algunas personas les moleste.

Muchas gracias por leer y por estar ahí. Un beso. 

4 comentarios:

  1. Uff! qué bueno que olvidaste el comentario que hicieron. Siempre habrá quien nos critique, y lo peor es que hasta nos critican cuando los cuidamos. No me imagino la angustia de la señora al perder a su niño, qué horrible!! Yo no uso esas mochilas, pero aquí es un poco más tranquilo, y además si vamos a ir a hacer compras o cosas así, alguien me acompaña, tengo la fortuna de que mi mamá o mi hermana me acompañan casi siempre, si no, también me sentiría igual, aunque aquí es más tranquilo, no faltan las historias de que se roban niños, o algo les pasa, es mejor prevenir.

    ResponderEliminar
  2. Wow! Que susto te haz de haber llevado cuando se escondio en el cubo. Me encanta leerte por que Leo y Ren se llevan casi un añito entonces me retro alimento de tus experiencias como Sabia mamita que eres. Y pues como te dijo la Sra, que digan Misa, la seguridad de nuestros hijos está primero que nada.

    Te Amo.
    Becho!

    ResponderEliminar
  3. El que se burle de los métodos que usemos para salvaguardar la seguridad de nuestros hijos es porque simplemente o no tiene hijos o no sale con ellos. Me parece buena opción lo de la mochila, yo llegué a comprar una correa que se ponia en la mano, pero al primer uso Peluche ya supo como quitársela, así que ni modo, o lo llevaba en brazos o agarrado de la mano, porque ni siquiera le gustaba ir en el cochecito.

    Lo acostumbre a que no debe soltarme la mano, en casa ibamos a todas partes agarrados de mano (desde que aprendio a caminar), y lo cierto es que en los pocos momentos en que se me ha soltado de la mano en un centro comercial, o lo he tenido que soltar para pagar algo o algo así, se me va!!! Así que o lo siento en el mostrador frente a mi o lo paro frente a mi, y le pido que se me agarre de las piernas y no me suelte.

    Me imagino tu susto cuando se te escondió, en las tiendas de ropa, mientras yo veo las prendas colgadas, él se esconde entre la ropa.... y en una ocasión vi a mi mamá corriendo por una tienda departamental, resulta que estaba con él mientras yo me probaba algo, y se le escapó, hasta que lo vi meterse entre la ropa y lo fui a sacar.... sustos!!!

    ResponderEliminar
  4. Uno se toma con gente de todo tipo en esta vida y una cosa más que he aprendido es a ser tolerante, sí, me asuste mucho, pero como ustedes bien dicen todo por el bien de nuestros pequeños y que bueno Bere que allá no es tan peligroso como aquí, gracias Princesa por lo de sabia, lo intento todos los días, y pues también estoy acostumbrando a Leo a que me tome de la mano, aunque es muy difícil siempre quiere correr e investigar, pero que sustos nos pegan.
    Besos y abrazos.

    ResponderEliminar