jueves, 24 de marzo de 2011

Educando con miedo.


Ya van varias ocasiones que les hablo de los consejos y dichos de mi padre, esta es una vez más, recuerdo que mi padre decía: No quiero que me tengas miedo, quiero que me tengas respeto. Bajo ese lema vivíamos el día a día y también tomábamos decisiones. Al platicar con mis hermanos todos coincidimos en que un regaño tipo platica de mi padre nos dolía mucho más que un golpe de mi madre, mi papá siempre estuvo en contra de los golpes, decía que los golpes provocaban miedo de parte de los hijos y que no quería eso de nosotros, él prefería que lo quisiéramos y que ese amor nos hiciera respetarlo y obedecerlo, más no por miedo.


De pequeña peleaba mucho con una de mis hermanas y mi mamá siempre tenía quejas de nosotros, de nuestros pleitos y desobediencias, nos dijo que en la noche que llegara mi papá le diría para que nos diera unos buenos cinturonazos y que así íbamos a escarmentar, al llegar mi papá y después de hablar con mi mamá se metió a la recamara con nosotros, nos dijo que iba a hacer que golpeaba la cama con su cinturón y que nosotras teníamos que gritar, eso hicimos, simulamos que mi padre nos golpeaba y gritábamos mientras mi papá golpeaba con su cinturón la cama, sin embargo después de hacer eso nos dijo que nos sentáramos y se puso a platicar con nosotros, nos hablo del gran amor que nos tenía y lo mucho que le dolía nuestro comportamiento, nos dijo que teníamos que obedecer a nuestra mamá porque ella tenía muchas cosas que hacer y que nosotros teníamos que apoyarla, etc., etc., al final terminamos llorando de verdad porque de verdad sentimos que estábamos decepcionando a nuestro padre.

Puedo decir que por mi tipo de educación estoy en contra de los golpes, aunque algunos amigos me han dicho que en ocasiones son necesarios, no quiero llegar a ese punto con mi hijo. Hace unas semanas mi dentista me dijo que él y su esposa decidieron educar a sus hijos de la misma forma en que a ellos los educaron, que coincidían en muchas cosas y que eso iban a hacer, que si a sus padres les había funcionado no veía el porque a ellos no les funcionará. En lo personal creo que también la profesión a la que nos dediquemos tiene que ver con las decisiones que tomamos, después de estudiar la licenciatura en Trabajo Social, estar cerca y conocer tantos casos de violencia, a niños en sus hogares, a niños en las escuelas, a niños por parte de otros niños violentados en sus casas, violencia en el noviazgo, violencia en el matrimonio (y de ambas partes), violencia hacia los adultos mayores…. Etc., demasiada violencia, tal vez por eso no quiero ni pensar en que mi hijo reciba un golpe, aunque tal vez otros piensen lo contrario y aunque no esté de acuerdo, respeto las decisiones de los demás.

Ahora bien, tampoco quiero que mi hijo me tenga miedo, he de confesar que en ocasiones me desespero y le grito o lo regaño, le llamo la atención cuando esta haciendo algo que no me parece y Leonardo se ríe, cuando lo hace me molesto, porque tal vez el piensa que yo estoy jugando y no es así, entonces le grito más fuerte y unas dos o tres veces se ha puesto a llorar, siento que me muero cuando eso pasa, pero debo ser bien firme para que mi pequeñito entienda cuando algo está mal, que se dé cuanta que esa actitud debe cambiar, o algo parecido. No quiero educar a mi hijo con miedo, no quiero que me tenga miedo, la última vez que lo regañe corrió a abrazar a su papá y yo sentí horrible, afortunadamente mi esposo me apoyó en mi decisión y le hizo ver a Leonardo lo que había hecho mal. 

No todos son quejas, como lo escribí en una de las primeras entradas de este blog, a pesar de lo duro que es tomar decisiones, a pesar de las dificultades y sin sabores de cada día, vale muchísimo la pena ser mamá. Soy feliz con mi hijo y bueno todavía no llega su hermanito, pero esperamos pronto darles la noticia, mientras tanto los invito a educar a sus hijos con mucho amor. 

Muchas gracias a todos por leer. Un beso

5 comentarios:

  1. Jaz, dirás que te voy a copiar, pero mi próxima entrada estará dedicada a mi papá!! jajaja, ay, esto de las coincidencias.

    Con respecto a la educación, estoy de acuerdo contigo, no quiero golpear a mi nene, igual a veces me hace enojar, y grito, me desespero, regaño, y también a veces corre a refugiarse con otra persona... supongo que es normal, y qué bueno que tu esposo te apoye, si él tomara la postura contraria, Leo no entendería que algo está mal.

    Pero no te angusties, Leo es un niño hermoso, y tú una excelente mamá, siempre buscas lo mejor para él =D un abrazo

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  2. Mi padre era de palabras,y un correazo, nos sentaba, nos explicaba que nos habiamos portado mal, nos decía que esperaba de nosotros, y nos leía textos bíblicos, y el último de todos, era este: Proverbios 22:15 La insensatez está ligada al corazón del joven, pero la vara de la disciplina la hará alejarse de él.

    Y nos decía que el correazo era nuestra vara de la disciplina, y que eso nos haría recordar y pensar dos veces antes de volver a portarnos mal.. En mi caso le funcionaba...

    Debo decir que estoy pensando seriamente, en recurrir a la famosa vara de la disciplina con mi hija, cuando sea extrictamente necesario, ya que me he rodeado de niños, cuyos padres, les gritan, frustrados, y los niños hacen lo que hizo tu Leo, se rien, creen que estan jugando, y yo he visto esas rabietas, en malls, en parques, y la verdad esos niños hacen avergonzar a sus padres, porque les hacen ver, como que tienen autoridad, ni el respeto de sus hijos... Lo digo, porque es el caso de una prima, que nació y creció en EEUU, en donde los hijos hasta te amenazan, con llamar a la policía, si se sienten maltratados PSICOLOGICAMENTE... y ella era de tirarse al suelo y llorar hasta que mi tío le cumplía sus caprichos.

    Es mi opinion querida... espero no sonar muy chapada a la antigua, ni herir suceptibilidades.

    cariños

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  3. Ah me hiciste volver en el tiempo....
    En mi casa, mamá era la suave, papá era el duro. Mamá era más de conversar, a veces gritaba, papá intervenía cuando mamá ya no podía con nosotras, gritaba algunas cosas, y nosotras acatabamos la orden. Solo recuerdo un correazo de papá, no recuerdo ningun otro momento en que nos hayan pegado. Si recuerdo a mi hermana peleando con mamá, peleaban por todo: ella queria salir de noche con sus amigos a los 14-15 años y mamá no la dejaba, ella no se atrevia a pedir permiso a papá, asi que peleaba con mamá, las frases: "tu no me quieres" "a mis hijos si les dare libertad" "no confias en mi" y similares retumbaban en la casa.... hasta que tuvo novio a los 16 años y se llevó a todos por delante porque queria estar con el, incluso con amenazas de irse de la casa, aunque mamá solo le decia que se tomara las cosas con calma, que estaba muy joven, que estudiara primero y esas cosas, finalmente se casaron cuando ella tenia 21 años. A su hijo ella lo cria casi amarrado, ya he hablado de ello.

    Tal vez por eso soy como soy, aprendi que no debo pelear con mi mamá sino conversar con ella, no retarla, sino explicarle las cosas, tenerle confianza, respetar decisiones, y no me moleste nunca en pedir permiso para salir con nadie porque conocia la respuesta, tuve novio a los 20 años, y mamá me dejaba salir, y mi hermana peleaba con ella porque a mi si me dejaba salir sola con mi novio.

    Creo que me sali del tema, siempre me pasa con tu blog y el de Bere, jajajaja..... Me gustó mucho la parte en que cuentas que tu papá simuló pegarles, parece una escena de una pelicula jajaja..... en casa, es al reves, mi esposo esta un poco a tono con ese tipo de educación, dice igual que tu dentista, que asi lo educaron a él, y parece que fue bien fuerte. El trata de no hacerlo, noto su esfuerzo, pero a veces se le sale. Mi hermana todo lo arregla con un golpe, aunque decia que sus hijos tendrian libertad, y hasta me aconseja: "dale un trancazo para que veas que se le quita", cuando Peluche no quiere saludar o algo asi, y mi mamá interviene: "no se puede obligar". Mi mamá si nos amenazaba, como para meternos miedo y nos quedaramos tranquilas, eramos muy inquietas! Pero la verdad, recuerdo más golpes y maltratos de parte de mi hermana que de mis padres.

    Lo que te ha pasado con Leo, de que se rie cuando le regañas, también me pasó. Creo que es una cuestión de etapas. El asunto está en que nosotros los padres, tengamos paciencia, y le expliquemos las cosas. Me da mucho más resultado explicarle las cosas al Peluche que gritarle, pero a veces la paciencia se agota, y tenemos que aprender nosotros tambien a controlarnos. Y sabes? Me parece bien, porque así nuestros hijos ven nuestro esfuerzo por aprender, por controlarnos, y aprendemos juntos a hacerlo.

    Disculpa lo extenso. Creo que nos resultaria montarnos un foro de esos donde se escribe y escribe y escribe sobre un tema en particular....

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  4. Gracias por sus comentarios, Bere: me encantan las coincidencias que siempre tenemos.
    Bonita: Claro que en este mundo hay de todo, muchas diferencias, yo respeto, como dije, tengo amigos que me dicen lo contrario y de cualquier forma Leo es muy pequeñito, no sé lo que vaya a pasar el día de mañana. En algunos funciona un tipo de educación y en otros no, he visto familias de hijos gemelos educados de la misma forma y de grandes son totalmente diferentes, así que nada nos garantiza que algo sea bueno o malo.
    Faith: Mi papá también nos decía que necesitas ser inteligente para aprender de tus propios errores, pero necesitas ser más inteligente para aprender de los errores de los demás, que lastima que algunos no aprendemos ni de los errores de otros, ni de los nuestros... que bueno que tu a pesar de la educación que tuviste has decidido tomar algunas puntos para la educación de tu Peluche y otras las has dejado atrás. (tu te puedes extender todo lo que quieras, mi blog es tuyo, además me encanta leerte).
    Saludos a todas y un beso.

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  5. Y mira que son las 2:22 mientras escribo esto...
    Pues usted querida tiene la última palabra en la manera en como educar a su hijo, usted y su marido. No estoy de acuerdo con los golpes, en verdad no funcionan, si a alguien le funcionaron fue porque eran otros tiempos, donde la mayoría de los chicos no tenían otra opción.
    Estamos viviendo en un mundo lleno de violencia y nos preguntamos porqué? Cuando nosotros mismos somos generadores de esa violencia, física, verbal y psicológica.
    Yo probé la palita, lo confieso, y me dolía más a mí que a mija, lo hice por recomendación de una psicóloga y ahora q mi beba está mayor ¿sabes que me dijo mija?:
    -¿Porqué no le das con la palita como lo hacías conmigo a ver si a si te respeta?
    #Plop

    Pero créeme, no funciona... lo mejor es hablar y llenarte de paciencia...

    Doy el consejo y me quedo sin él.
    y mejor dejo el tema para un post, sino voy a estar como Fati...

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