El cuarto de mi hijo.

Hablar de la habitación de mi hijo incluye otros muchos temas en sí, jamás pensamos que sería tan complicado la elección de su cuna por ejemplo, nos gustaban muchas, pequeñas, grandes, medianas, con movimiento, sin movimiento, etc., y bueno la habitación no sólo es la cuna, son otros muchos aspectos, nosotros sufrimos un poco porque obvio queríamos la mejor habitación para nuestro hijo y esto fue lo que hicimos. 

Al principio bajamos un buen de imágenes de cuartos de bebés y de niños, bueno cuando no sabíamos el sexo de nuestro retoño bajamos de flores, princesas, con tema de la selva, de algún cuento, coches, caricaturas, etc., luego leímos que no debíamos tener colores fuertes en la habitación del bebé porque entonces no podría descansar bien, que lo mejor eran los colores pastel, pero también leímos que adornos con colores fuertes estimulan la visión de los pequeños, así fue como a los 7 meses y al estar seguros de que tendríamos un niño pintamos el cuarto de azul claro.

Para dormir primero compramos un moisés, leímos que el bebé se sentiría mejor en el moisés porque le recordaría el vientre materno, estaría con la sensación de más protección y más seguridad, quisimos comprar además el moisés para que Leo durmiera en nuestra recamara, también leímos de la importancia que tenía para nuestro pequeño sentir cerca a sus padres y sentir nuestro amor, también sería más fácil que Leo estuviera en nuestra recamara por aquello de la lactancia que hasta ese momento pensábamos que yo daría pecho a mi pequeñito, así que compramos el moisés, que pensábamos tener en nuestro cuarto al menos por 3 meses, ya que leímos que era bueno que Leo tuviera su espacio y al salir del cuarto sería más independiente, sin embargo no pudimos alejar a nuestro pequeño de nuestro lado hasta que cumplió 7 meses. Leo dormía muy feliz en su moisés y en ocasiones dormía en la cama con nosotros, pero a los 7 meses sentíamos que no cabía en el moisés y lo llevamos a su recamara, en otro momento les contaré como fue ese proceso (más fácil para él que para mí).

Elegimos una cuna para cuando Leo estuviera más grande y no cupiera en su moisés, esta cuna es una cama cuna, cuando Leo crezca se convertirá en su cama quitando los barandales y la parte de adelante que son dos buros para cada lado de la cama. Hay muchos modelos de este estilo y nos deteníamos porque también vimos muchos modelos de camas para niños que tal vez en algún momento quiera nuestro hijo, pero al final quisimos la cama – cuna y esa es la que tenemos. 

Compramos el cesto para la ropa sucia, compramos dos repisas para colocar los peluches de mamá y los que Leo ya había recibido de regalo, pero al final no las colocamos porque también leímos que no se recomendaba tener alfombras y peluches en el cuarto del bebé ya que estos guardan mucho polvo y eso no es bueno para los pequeñitos que les puede provocar alergia. Por tal motivo compramos un colchón especial anti – ácaros y con manzanilla para que Leo durmiera mejor.  

Compramos un bote especial para los pañales, para que guarden el olor y que no oliera toda la casa, aunque al principio no lo usábamos, pero cuando Leo empezó a comer sólidos llego el momento de usar el bote y así lo seguimos haciendo.

Compramos un tapete para la protección de Leo al momento de jugar, ahora tiene un tapete en su recamara y otro en la sala, que es el lugar donde más juega, es complicado cuando uno quiere lo mejor para su hijo, porque al vivir en el Distrito Federal y aunque yo siempre digo que nuestra casa x o nuestra casa y, en realidad vivimos en un pequeño departamento, y Leo no tiene un cuarto de juegos, mi sala parece guardería, llena de juguetes para Leo porque también leímos que los niños deben jugar en un lugar diferente del que duermen porque si no será difícil que duerman y van a querer seguir jugando, sobre todo cuando son pequeños, ya después no les ocasionará problemas, pero de pequeños si es importante. De hecho Leo también tiene un pequeño sillón que se hace camita en donde toma la siesta para que de esta forma cuando lo lleváramos a su cuarto supiera que es hora de dormir, eso nos ha funcionado.

Leonardo también recibió un excelente regalo que su papá y yo habíamos pensado en comprarle pero que le dio una de sus tías, es una lámpara que refleja en el techo constelaciones reales y nos encanta.

Tiene una pared con pintura especial para que Leo pueda pintar ahí cuando sea más grande, ahí le pegamos algunas figuras de dinosaurios y también de marcianos y planetas.

A nosotros nos gusto el resultado del cuarto de Leo y parece ser que él es feliz, hasta el momento no tenemos problemas para que Leo se duerma ahí, en ocasiones se siente enfermito y nos lo llevamos a nuestro cuarto y duerme a nuestro lado, pero incluso en ocasiones no concilia el sueño hasta que no lo llevamos a su cuna, en un futuro sabremos si Leo adora o no su cuarto. Nosotros esperamos que si.

La verdad es que no hay una regla, cuando nuestros hijos son pequeños lo hacemos a nuestro gusto, aunque pensando siempre en su bienestar, ya de grandes podemos dejarlos elegir de acuerdo a sus gustos y claro a nuestras posibilidades. No importa si tienen un cuarto de 1m x 1m ó si duermen con nosotros, al final lo más importante es llenarlos de amor.