Apariencias.

Aunque dicen que no es bueno aparentar, en realidad puede ser muy, muy divertido y mucho más cuando se es niño.

Ser inocente, soñar con ser un súper héroe, con tener súper poderes o algo parecido puede resultar sencillamente genial, al menos eso creemos nosotros como padres y por consiguiente hemos enseñado a nuestro hijo un mundo de fantasía, un mundo donde pueda soñar, algunos dicen que es mejor vivir en la realidad y no creer en lo que suponen son tonterías, pero bueno como buena soñadora que soy y que siempre he sido me encantan los disfraces, con ellos aparentamos ser alguien más, vivir en otra época tal vez, y además de divertido es relajante.

Por el momento mi hijo se divierte soñando e imaginando, me encanta verlo disfrazado y a él le parece fascinarle, a sus tres años ha tenido más disfraces que su papá y yo juntos en toda nuestra vida. Cuando se disfraza y jugamos me vuelvo niña nuevamente, recuerdo que hace poco estaba al aire un comercial que decía algo así como "juguemos a ser héroes otra vez" y creo que el mundo necesita más gente así, además de más gente soñadora, que sueñe con un mejor mañana y claro que despierte y haga algo por conseguirlo, eso también le enseñamos a nuestro hijo, en esos sueños de héroes también involucramos valores y por lo tanto creemos que eso también le deja algo bueno.

He aquí una muestra de los disfraces de mi hijo, que le encantan y a mi también, en ocasiones salimos y él va disfrazado a muchos lados, aveces en la casa, aveces a la escuela, y yo como buena mamá gallina estoy muy orgullosa y siempre pienso que se ve genial. :)

Mil gracias por leer, un beso.

El evento de los 10 días de "Maternidad comprometida" está organizado por Soy Mamá Blog y cuenta con la destacada colaboración de mamás blogueras. Sigue nuestro proyecto en Facebook, Pinterest, y Twitter. Y, por supuesto, cada foto de la participante te lleva a su blog o cuenta de Twitter, en donde encontrarás su forma de vivir la #maternidadcomprometida

Abuelos, seres mágicos.

Al momento de nacer mi hijo tuvo la dicha de tener a su lado a sus cuatro abuelos, para mi fue algo genial porque yo sólo tuve una abuela materna con la que no convivíamos mucho, un abuelo paterno con quien si conviví pero estando más grande, no de niña y mucho menos de bebé.

Cuatro abuelos diferentes, un niño muy esperado y por consiguiente un niño muy querido.

Mi hijo sólo tuvo la dicha de tener a su abuela paterna durante cinco meses de vida, pero sé que hablo por los cuatro abuelos cuando afirmo que sus abuelos lo quieren, lo consienten, lo cuidan, lo consienten, le enseñan, lo consienten, lo toleran, lo consienten, etc., etc., pero sobre todo y por si no quedo claro lo consienten y él sabe usar eso a su favor.

Ya lo verán que en cuanto ve a mi mamá o a mi papá me acusa con ellos si lo he castigado o regañado, se deja consentir y la verdad aplica por completo el dicho de que los abuelos descomponen a los niños porque cada que los ve se transforma y se deja querer.

Que puedo decir, si me encanta que mi hijo tenga a sus abuelos, tan diferentes, mi mamá que es su "Bela" y lo adora, que tienen largas platicas y juegan juntos, mi papá que le canta por teléfono desde que estaba en el vientre, y sus abuelos paternos, su abuela que sabemos lo ve desde otro "mundo" y que cada que visitamos su casa mi hijo corre a besar su foto y a saludarla y su abuelo paterno que aunque pareciera un hombre muy rudo y que no tolera nada se ha visto transformado gracias a mi niño lindo.

Algo que tengo muy claro es dejar que mi hijo conviva con sus abuelos, que los conozca y que los ame, quiero darle esa oportunidad y aunque he tenido problemas con sus abuelos siempre procuro no hablar nada malo de ellos si mi hijo esta cerca, ni dar una queja que el pueda oír, después de todo son sus abuelos y con él las cosas son diferentes. 

Así mientras su Bela Yola le enseña a contar en Nahualt, su Belo Cesar le canta y enseña canciones de animales, su Belo Lencho le prepara sus gelatinas favoritas de limón y su abuela Meche lo cuida desde el cielo, mi hijo crece.

Gracias por leer. Un beso.

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Vida Escolar.

Con tres años de edad mi hijo acude al primer grado de su educación pre-escolar. Prácticamente las tareas no existen, si acaso nos llegan a encomendar alguna actividad para realizar en conjunto, cada día nos entregan un reporte de las cosas más importantes que se vieron en clase y de esta forma nosotros en casa podemos continuar comentando por las tardes lo que ellos aprendieron, ya sea un color, o comparativos como: grande y pequeño, adentro y afuera, arriba y abajo, o cosas por el estilo. 

Las tareas que ha tenido han sido hacer bolitas de papel de crepe de colores, iluminar con crayolas, jugar lotería, leer un libro y cosas así de sencillas, aunque en conjunto hemos realizado algunas manualidades para adornar su salón de clases. 

Quiero ser una mamá que se involucre en las actividades de su hijo, desde antes de que entrará a la escuela procuramos tener nuestro tiempo de lectura y nuestro tiempo de pintura, lo hacemos más como una forma de divertirnos que como una obligación, no hay regaños por salirse de la líneas, ni tampoco si quiere iluminar un Winnie Pooh verde o azul con morado, aveces iniciamos leyendo un cuento y terminamos leyendo otro, creamos nuestras historias raras y la verdad muy divertidas. Ahora que ya sabe los colores caminamos por la calle mientras le pregunto ¿De qué color es ese coche? (o esa flor, o esa casa, según lo que encontremos) y también nos divertimos, sobre todo porque ya aprendió a preguntarme y cuando lo hace y le digo que algo es dorado me dice "no mamá es mallillo (amarillo)" y lo hago constantemente, es que me encanta. 

Por el momento la vida escolar consiste más en divertirnos y después de todo en su escuela "Aprenden Jugando", así que lo seguimos haciendo en casa. 

En la foto aparece la araña que hicimos juntos para adornar su salón en estas festividades de Halloween y día de muertos, mi hijo eligió los colores, rojo y amarillo, hicimos bolitas de papel crepe juntos, coloque el resistol y el los pego encima. Pasamos un buen rato haciendo esta actividad, compartimos e igual nos divertimos mucho.

Mil gracias por leer. Un beso. 

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Sin Paciencia.

Como buena mujer imperfecta que buscaba continuamente la perfección de sus acciones he sido muy impaciente, eso ha sido una constante en mi vida y una característica es que exijo a las personas lo mismo que doy, en mis antiguos trabajos era muy exigente conmigo mismo, poco tolerante con los errores de los demás y al convertirme en madre no sabía que hacer, afortunadamente este hijo mío ha venido a cambiar mil cosas en mi, me ha dado las más grandes lecciones de la vida y entre ellas me ha enseñado la paciencia, en otros momentos de mi vida NO hubiera tolerado algunas cosas y ahora soy más tolerante, aunque no voy a mentir y decir que soy la más paciente del mundo, me gusta que me obedezca en ciertas circunstancia y en ocasiones no lo hace, no quiere comer, no quiere lavarse los dientes, no quiere dormir, no quiere bañarse, no quiere levantar sus juguetes, y si he tenido un día pesado es muy probable que levante la voz, pero cada vez lo hago menos, ahora he optado por platicar con él, pedirle las cosas de otra forma, tratar de negociar, hacer treguas, a ofrecerle mi ayuda, hacer las cosas juntos., me he dado cuenta que no gano nada gritando y como hasta el día de hoy sigo pensando que las cosas no se arreglan con golpes, pues mi hijo no ha recibido ni un golpe (espero siga así por siempre), entonces tengo que esforzarme por ser paciente y por tratar de explicar y razonar con él para vivir más en armonía y sin que salga el Hulk que llevo dentro. 

Y si soy Hulk, ya les dije que he aprendido a ser paciente, pero no fue inmediatamente que nació y naciera en mi la paciencia, no, la he ido adquiriendo e imagino que ese primer año de vida que gritaba y gritaba y me enojaba por tonterías y me ponía verde de coraje, pues mi pequeñito lo noto y ahora soy su mamá Hulk, siento feo que me diga así y que me identifique con ese monstruo verde, pero no puedo regresar el tiempo, así que ahora tengo que cambiar y demostrar que ya no soy tan Hulk y tal vez algún día cambie de apodo. 

En otro momento de mi vida no hubiera tolerado un tiradero en la casa, pero ahora disfruto teniendo hasta estos tiraderos en mi casa, puede que crean que soy una mamá muy consentidora pero al terminar de jugar mi hijo levanta sus cosas y aunque tal vez dos veces al mes tenga que recoger las cosas porque él se queda dormido antes de levantar sus juguetes no es algo que me haga perder la paciencia.  

Mil gracias por leer, un beso. ;)

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