lunes, 17 de enero de 2011

Mi Leo Potter.

¿Quién puede asegurar que la magia no existe? O ¿Quién puede decir que los niños No son mágicos?, realmente lo son y convivir y compartir con un niño cada día, resulta una experiencia realmente mágica y encantadora.


Tal vez todos de una u otra forma conocemos el personaje de Harry Potter y todos aunque no seamos seguidores de sus libros o películas, sabemos que es la historia de un niño mago. La verdad yo no soy súper fan, no he leído ninguno de los libros, aunque confieso que he visto casi todas las pelis.

Para mí, mi cachorrito se ha convertido en mi Harry Potter, es mi niño mágico, me cambia el día con una mirada y me transforma con una sonrisa, es genial cada día que pasamos juntos, lo disfruto y tiene pequeños detalles que me recuerdan a ese maguito.

En primer lugar cuando lo dormía y tenía su lugar de juegos bajo la escalera, siempre decía que ahí le iba a construir un cuartito, justo como Harry, ahí dormiría y tendría su pequeño mundo, obvio era broma, pero así empezó esto de llamarlo: Mi Harry Potter o Leo Potter.

Que raro siento al escribir lo siguiente, pero cuando Leo era pequeñito (lo sigue siendo), jugábamos mucho a escondernos y siempre lo hacíamos con la típica frase de Peek  a boo, el juego lo hacíamos ya fuera escondiéndonos tras una pequeña cobija o algo parecido, pero también lo hacíamos con nuestras manos, Leo aprendió, y aprendió muy bien, con el paso de los días comenzaba a jugar también a esconderse de nosotros, colocaba sus pequeñas manitas sobre su rostro y así se escondía de nosotros, claro que le seguíamos el juego y comenzábamos a decir en voz alta: “¿Dónde está Leo?, ¿Alguien lo ha visto?”, hacíamos como que buscábamos por todos lados y Leo hasta se reía de que no lo encontrábamos y su risa nos “Hacía descubrirlo”, para Leo se volvió un juego muy divertido y para nosotros también, pasábamos a su lado, pero con sus manos mágicas desaparecía de nuestra vista y claro nos era imposible verlo.

El problema que no imaginamos, que bueno no es problema, pero si un pequeño inconveniente es que Leo ahora utiliza su magia para desaparecer de nosotros cuando no quiere hacernos caso.

Ejemplo 1: Cuando se encuentra tomando un pequeño baño en su tina, adora estar ahí dentro y creo que podría estar por horas. “Leonardo ven” y le estiramos los brazos para que sepa que ha llegado el momento de salir de ahí, ¿Qué es lo que hace Leonardo? Claro, se tapa la cara con sus manos mágicas y por lógica no podemos verlo y se queda más tiempo en la tina.

Ejemplo 2: Al darse cuenta que le vamos a dar las vitaminas, inmediatamente hace uso de sus manos mágicas para desaparecer de nuestra vista y lo tenemos que buscar, claro permanece calladito y bien tapado para que no lo veamos.

Estos son sólo dos ejemplos y aunque me encanta la idea de que juegue, no me gusta cuando esto impide que obedezca. No sé que pase el día de mañana, que otra magia nos enseñe, por lo pronto mi vida tuvo un mágico cambio que estoy disfrutando y que no me canso de compartir con ustedes.

Muchas gracias por leer. Un beso a todos. 

7 comentarios:

  1. Encantada !!!
    Acabo de descubrir tu blog através de Mamá Bloguer@ y por aki me tienes.
    Te invito a k visites el mio cuando quieras, hay un premio muy especial para todas vosotras, si te apetece...
    El mundo de mágia y juego es genial para ell@s, hacen volar su imaginación y a nosotras volar kon ellos...
    Un saludo para ti y para tu precioso Harry Potter !!!

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  2. Hola!

    Mira, yo creo que cuando se tape la cara en estas 2 situaciones q nos compartes, deberian decirle "leo, eso solo sirve cuando jugamos, ahora no es juego, es hora de las vitaminas"

    para q separe ambas situaciones y no pierda la ilusion del juego.

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  3. Nena x cierto, si te apetece puedes pasar por mi blog a recojer un par de premios k tienes guardados ok ???
    Un saludo !!!

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  4. Y que tal si aparece una varita mágica que vuelve visible lo invisible y les permite encontrar a Leo nuevamente???

    Besos

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  5. Me encantó este post! Por supuesto que los niños son mágicos y maravillosos. Y Leo en particular es además muy inteligente. El hecho de que use la estrategia de la desaparición demuestra que su facilidad para llevar a la "vida real" las situaciones que lo divierten durante los juegos. Es cuestión de que lo platiques con él y consigan llegar a un acuerdo, pero no es nada preocupante, son etapas pasajeras de los niños que, además, están plenamente convencidos de que al taparse la cara desaparecen y nadie puede verlos. Ya me gustaría a mi poder tapar mi rostro y desaparcer de muchas situaciones cotidianas de esas que estresan a los adultos. Quien tuviera otra vez esa edad para usar la imaginación a favor de nuestra felicidad. Un abrazo fuerte y gracias por obsequiarnos con esta bella experiencia. Por cierto, Montse también tiene un rinconcito debajo de la escalera! Un beso a Leo que se ve super tierno en las fotos :D

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  6. Me gustó este post! Nos embobamos con los juegos y la imaginación de nuestros hijos, hay que disfrutarlos, porque son etapas maravillosas!

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  7. Gracias a todas por sus lindos comentarios, la verdad algo encantador, un juego de amor e ilusión se puede convertir en algo complicado, ahora hicimos un poco de todo, al principio hacíamos que ignorábamos sus manitas, pero el lloraba, como que se daba cuenta que no le funcionaba y sufría, ahora hacemos un poco de todo, desde lo que dice Vivi de decirle que ahora no estamos jugando, intentamos lo de la varita mágica pero como que no entendió bien el concepto, la verdad yo también he querido desaparecer de varias situaciones y entiendo a mi Leo con toda su inocencia, ilusión e imaginación.
    Nuevamente gracias por escribir y ya saben que yo visito con mucho gusto y cariño sus blog, me encanta leerlas y estar enterada con sus noticias e información. Gracias por estar ahí y por acompañarme en este viaje fantástico de ser mamá.
    Besos y abrazos.

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