Todos tenemos sueños, algunos visiblemente imposibles y otros muy sencillos, algunos luchamos por esos sueños y otros los dejamos ir, hay sueños que nos mantienen vivos, que permiten que sigamos creciendo, aprendiendo y buscando alcanzar esos sueños... no conozco a nadie que haya cumplido todos sus sueños, que haya dejado de soñar, yo nunca lo hago, soy una soñadora, aunque hay sueños que como dije se pueden realizar y otros que no dependen de nosotros.
En ocasiones nuestros sueños cambian y son más maravillosos de lo que en alguna ocasión imaginamos... Muchos años de mi vida soñé con ser madre, pero en mi mente siempre estaba tener una hija, una hermosa princesa que me acompañara, además soñaba con hacer mil cosas con ella, cosas que yo nunca pude hacer con mi mamá, soñaba con su ropa, su nombre, salir juntas de compras, leer juntas, enseñarle a bailar, a jugar, además de las miles de conversaciones que tendríamos juntas, soñaba con esto y más, así que cuando conocí al que ahora es mi esposo le transmití esa emoción por tener una hija, recuerdo que le decía que las niñas siempre queremos más a los papás y que obvio lo iba a querer mucho, que nos convenía tener una hija, así los dos fuimos aumentando esa emoción de tener una hija con nosotros, compramos vestidos preciosos aun siendo novios, para esa pequeñita que algún día iluminaría nuestras vidas, después dejamos de comprar, le dije que mejor no, ¿Qué tal si no teníamos una niña? entonces comenzamos a comprar ropa de niño y otra que denominamos neutral, los años pasaron, nos casamos y un día como ese sueño que tuvimos alguna vez se hizo realidad: estábamos embarazados, desde un principio todos nos decían que tendríamos una niña, nos hicieron un famoso juego con una cadenita de oro, personas que según "sabían mucho sobre el tema" aseguraban que tendríamos una niña, pero había algo que no me convencía... de hecho nos decían que una de las mejores cosas que podíamos hacer era hablarle a nuestro futuro bebé por su nombre para que se fuera identificando con el y también para que tuviera una identidad, pero nunca quise llamar a mi bebé con los nombres que habíamos contemplado para una niña.
Los días continuaron y un miedo comenzó a apoderarse de mi, después de todo yo tenía la idea y firme convicción de que no había sido una buena hija, consecuencia tal vez del comportamiento de mi madre, que claro yo reprobaba, pero recuerdo que una vez mi madre enojada por ser como yo era me dijo "Algún día vas a tener una hija y vas a pagar todo"... entonces tenía tanto miedo de tener una hija, tenía miedo hasta de ser madre, afortunadamente una platica con mi madre y confesarle como me sentía cambio todo.
Las platicas de corazón y sinceras siempre dejan cosas buenas, en este caso así fue y mis miedos comenzaron a disminuir, una persona del trabajo me pregunto, ¿Qué vas a tener? y yo le dije que no sabía, ella aseguro que yo debería de saber, que las madres sentimos esas cosas y que ella desde que quedo embarazada sabía que tendría una niña y que así fue, otra persona que se encontraba cerca dijo que a ella le paso lo mismo con su hija y entonces yo pensaba todo el tiempo que yo era una mala madre porque no podía sentir eso... no sabía que tendría...
Un día mi esposo y yo fuimos a un bazar que se encuentra cerca de casa, estaba lleno de cosas para bebé, cunas, andaderas, sillas para comer, ropa, y en una esquina había un lindo y sencillo caballo de madera, cuando lo vi le dije a mi esposo que se lo compráramos a nuestro hijo... o hija!! dijo él y yo asentí con la cabeza y compramos el caballito, yo tenía aproximadamente 6 meses de embarazo, después de eso soñé con mi hijo, de joven, pero no dije nada, todos decían que sería una niña, así que preferí callar, aproximadamente 15 días después de ese sueño nos dijeron que era un niño.
Un maravilloso niño que ilumina todos mis días, que me llena de amor, caricias y besos, que me angustia con sus enfermedades, me desvela y me da fuerza como nadie más lo ha hecho nunca. Estoy agradecida por la oportunidad de ser madre, de cuidar a este pequeño ser y guiarlo, siento que tengo una gran responsabilidad, pero no lo cambiaría por nada. Mis sueños cambian, esa niña se cambio por un niño y estoy feliz... Ahora sigo teniendo sueños, muchos, sobre muchas cosas y aunque quisiera tener un hijo, un hermanito para mi hijo, creo que en el fondo, sigo soñando con tener una hija....
Gracias por leer, un beso.
Parece que contaste parte de mi historia. Desde que recuerdo, siempre había soñado con convertirme en madre... hasta que mi sueño se cumplió. Cuando supe de mi embarazo, empecé a imaginarme a ese pequeño ser que crecía dentro de mí, y claro, comencé a planear cómo decoraría su cuarto de princesas. Jamás me imaginé tirada en el tapete jugando con carritos y pelotas. Me veía disfrazada dentro de un castillo, de esos que venden para las niñas.
ResponderEliminarCuando la gente me preguntaba ¿qué quieres? no dudaba en contestar: Niña!
Fue el 31 de enero de 2009 cuando supimos el sexo de nuestro bebé. Estaba acosada en la camilla, la doctora que me practicó el ultrasonido preguntó ¿bien, qué quieren? yo contesté "yo niña, el papá niño". Se hizo el silencio unos minutos, ella siguió viendo el monitor, moviendo lentamente el aparato sobre mi panza. Yo emocionada, creía que en cualquier momento escucharía "bien, es niña". Y de repente dice "bueno, pues ganó el papá, es un lindo varón". No sé qué cara habré puesto que mi marido no pudo ni festejar. La verdad, no lo esperaba, no me veía como mamá de un niño, no sabía cómo lo iba a recibir, o peor aún, cómo lo iba a educar...
Le hablé a mi mamá para darle la noticia, y al final agregué.. "pero yo quería niña". "No seas tonta, no importa el sexo, agradece que está bien", me contestó... yo sabía que eso era lo importante, pero no podía evitar sentirme mal. De verdad quería una niña para enseñarle a ser princesa.
En el fondo, no podía evitar sentirme mal y culpable por no estar feliz con la noticia, pero era algo que no podía controlar. De verdad no me imaginaba con un niño en mis brazos, es más, ni siquiera había un nombre de niño que me gustara para mi hijo.
Pasaron los meses y poco a poco me fui convenciendo que tenía que cambiar mi actitud... mucho tiempo había soñado con un bebé y al fin mi sueño se había convertido en realidad así que debía estar feliz y aceptar a mi bebé. Sin embargo, aunque nunca lo confesé, tenía miedo de mi reacción al verlo. En el fondo me sentía pésima madre.
Hoy por hoy puedo decir que tener un hijo varón es lo mejor que me ha pasado. No imagino mi vida sin él y no lo cambiaría ni por mil princesas. La conexión tan especial que hay entre madre e hijo es irreal, es mágica, hermosa. Sus caricias, la forma en que me ve, en que me sonríe, me abraza.
Y sí, lo que nunca imaginé, comienzo a jugar en el piso con carritos y soy la más feliz del mundo.
Siempre es un placer leerte y leerte en mi blog es un mega placer. Somos mujeres, tu eres una princesa verdadera y yo siempre quise serlo, así que es natural que tengamos ideas en común, por lo mismo me entiendes y te entiendo que el amor de nuestros hijos no lo cambiaríamos por nada, ya no me imagino mi vida sin mi pequeño y sé que tu tampoco, por lo mismo hacemos todo buscando su bienestar, gracias por tomarte el tiempo de escribir, de comentar y de compartir tu maravillosa experiencia, te mando besos. :)
EliminarJazzz!!!! Que pena... jajaja acabo de ver la extensión de mi comentario... me explayé!! es que me inspiraste jaja sorry!
ResponderEliminarMe encanta que te explayes. :)
EliminarConvertirse en mami es la experiencia más fabulosa del mundo y te saca fuerza o lo que necesites de quien sabe donde, yo creo que del amor tan grande que hay entre tu y tu bebe =P Yo creía que mi corazón latía antes de que Danae llegará a mi vida, pero estaba equivocada =O Mi❤comenzó a latir el día que Dana me bendijo con su llegada.
ResponderEliminarCuando tenía 2 meses de embarazo tuve riesgo d aborto y estuve en cama por casi 2 meses, fue horrible, pero cada día el pedía a Dios que si era mejor que mi bebe fuera un angelito que así fuera, pero ya y que me diera la fuerza y todo lo necesario para entenderlo y dejarlo ir, si por el contrario me iba a bendecir con él, que terminará ya la angustia y se pegará bien. Gracias a Dios todo salió bien, sin embargo, por ser epileptica, tenía otras cosas de que preocuparme, así que cada ultrasonido de 2º nivel que me hacian era una tortura y cuando me explicaban que todo estaba como se esperaba, respiraba y mis lagrimas salían.
Yo no sé ser princesa, pero espero poder tener un lazo fuerte con Danae, quiero ser su amiga, su confidente, su paño de lagrimas y todo lo que ambas necesitemos.
Gracias por compartir y sigue escribiendo! じ
Estoy segura que tendrás una excelente relación con tu hija, aunque no seas princesa, como dices, pero yo creo que en el fondo todas las mujeres tenemos algo de princesa, además hasta Fiona era princesa, jejeje, bueno ese es un chiste tonto, pero si creo que todas lo somos y que sabrás hacerlo bien con tu hija, además la vida nos asombra, a mi que me encanta todo lo relacionado con princesas y que tal si tenía una hija que no le gustara nada de rosa y cosas parecidas y viceversa, conozco a personas nada princesas que han tenido que aceptar y comprar cosas de princesa para sus hijas, así que sólo el tiempo nos dirá lo que le guste a tu pequeña Dana. Que bueno que se decidió a llegar a tu vida y a hacerte feliz. Que bueno que gracias a que somos mamás nos hemos conocido y podemos compartir. Gracias mil por leer y por estar. Te mando un beso.
Eliminar¡Que sueño tan hermoso estás viviendo! y Dios quiera pronto se te haga ese otro sueño realidad, gracias por compartirnos estas partes tan bellas de tu corazón.
ResponderEliminar:) Yo también he soñado con mi bebé y soñé que era niño, se parecía mucho a mi segunda niña, con ellas también soñé desde antes de saber que eran.
Pero quien sabe, a veces los sueños... sueños son... :P
Amo "La vida es sueño", me encanta, luego me pongo a "filosofar" y me imagino mil cosas, mil sueños que son sólo eso, sueños, espero que este sueño se haga realidad, a ti te falta cada día menos para que tu sueño se vea tangible en tus manos. Besos y abrazos.
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