Los errores en los seres humanos son tan comunes, sobre todo cuando se es tan imperfecto como lo soy yo, para algunos las equivocaciones son esas pequeñas cosas que nos hacen crecer y sobre todo aprender y eso esta bien, me encanta pensar de esa forma, siempre encontrar el lado positivo de las cosas y sacar un aprendizaje de cada experiencia vivida, sin embargo como madre las cosas se ven diferentes, sobre todo si se es una madre tan exagerada como lo soy yo, confieso que si, lo soy, tal vez por mis propias experiencias y un poco por todas aquellas cosas que escucho o leo.
Pues bien tengo un millón de traumas que por alguna razón se forjaron en mi, he aprendido a no culpar a mis padres (al menos no tanto), sin embargo he visitado a varios psicólogos a lo largo de mi vida para superar estos muchos traumas, y aun no consigo quitarlos todos. Por esta razón una de mis metas ha sido hacer lo posible porque mi hijo no tenga traumas, claro suena imposible, pero cada una de mis acciones están encaminadas a conseguir los menos traumas posibles en mi hijo, aunque me he equivocado mucho.
En algún momento les comente sobre lo gritona que era y lo mucho que he mejorado en ese sentido, obviamente entre las muchas pequeñas cosas que buscamos cambiar como padres es no afectar a nuestro hijo con castigos físicos y tampoco con ningún tipo de castigo psicológico que incluyen comentarios denigrantes, hemos quitado de nuestros pensamientos el llamarle niño grosero, o niño malo si es que él llega a hacer una acción que va en contra de lo que nosotros creemos que es el comportamiento adecuado, pues creo que nos ha funcionado bien, pero es complicado tener todo el tiempo la mente tranquila para no caer en errores comunes como un comentario de este tipo.
Y resulta que si, me equivoque, además que las circunstancias de mi equivocación fueron las que me hicieron sentir tan mal. Fue un día entre semana, mi hijo fue a la escuela, hizo mucho ejercicio de acuerdo a su maestra y regreso algo cansado, aunque aun con muchas energías para seguir jugando en casa, jugamos, vimos tele, armamos un rompecabezas y nos dispusimos a hacer un poco de quehacer, yo buscaba el control remoto del cable y antes de eso mi hijo lo había tomado y le dije que lo dejará donde estaba, cuando lo busque no estaba en el lugar que le dije que lo dejara y le pregunte el lugar donde lo había puesto, me señaló el sillón, sin embargo no había nada, estaba molesta porque lo hubiera tomado y en mi enojo le dije "Mi amor me haces enojar porque eres un niño muy desobediente", mi hijo me abrazo y me dijo "Sí mamá, ediente", como diciéndome "si mamá, soy muy desobediente", me sentí muy mal, sobre todo porque me abrazo y se quedo dormido en mis brazos, estaba cansado y por lo mismo no me dio el control remoto, que efectivamente había dejado en el sillón, pero en el sillón se encontraba la caja de los rompecabezas y tal vez cuando guardamos todas las piezas el control quedo dentro de la caja, lo encontré más tarde cuando busque por todos lados, y me sentí muy mal de estar haciendo las cosas mal, pero en verdad que es bien complicado no equivocarse, trato de pensar en las mil frases que no debemos decirles a los hijos, ya que nosotros como padres somos los que provocamos que ellos crean que son "tontos" o que son "malos", u otras características que no pensamos a la hora de hablar, incluso he leído y soy una muestra viviente de los trastornos alimenticios que se provocan simplemente por llamarle a un hijo "gordo" todo el tiempo, definitivamente ser padre no es nada fácil, pero nada fácil, también dicen que si hacemos lo contrarío y llenamos de elogios a nuestros hijos, del tipo "eres el mejor del mundo" y se lo creen pueden llegar a ser egoístas, egocéntricos y al sentirse superiores al resto de las personas llegar a discriminar y cosas por el estilo, así que en verdad se me complica encontrar un equilibrio entre halagar a mi hijo, pero sin traumarlo para minimizarlo o halagarlo de manera exagerada, así que me quedo con esta horrible sensación de que me he equivocado al decirle directamente a mi hijo que es un "desobediente", pero no sólo por el hecho de haberlo dicho, si no porque sentí que él ya lo empezaba a creer, ¿Cómo es posible que un niño que esta por cumplir los tres años se sienta un hijo desobediente?, la única respuesta es que yo se lo haya hecho sentir.
Tengo más tarea, más cosas que cambiar y como les dije al inicio, sigo siendo una madre muy imperfecta y como dice el dicho, para muestra un botón. :(
Saludos y gracias por leer.
Auch! Si que es difícil alcanzar el equilibrio, pero no seas tan dura contigo misma, creo q te creas nuevos traumas o te clavas en tus traumas. Nos vamos a equivocar, no hay d otra. Por desgracia es la única forma d q ellos y nosotros aprendamos. Ojalá existiera un manual! Sin embargo, por experiencia propia, te puedo decir q hubo errores d mis papas q m ayudaron a ser mejor persona hoy y lo agradezco! Creo q hay cosas q ya dependen d uno mismo, si te clavas en el trauma o decides superarlo, lo cuál tampoco es fácil. Animo Jazz! xoxo じ
ResponderEliminarHola Lux, muchas gracias por escribir y sobre todo por darte el tiempo de leer mis divagaciones, tienes razón en eso de que me clavo en mis traumas, recuerdo que mi papá siempre me decía que observara sus errores para que yo no los cometiera, tal vez tengo muy marcado eso, la verdad sé que todos vivimos traumas de una u otra forma y tal vez lo que menos querían nuestros padres era darnos esos traumas, y aunque si es cierto que gracias a esos traumas somos lo que somos, yo si hubiese preferido ahorrarme algunos. No porque no los haya superado, simplemente hay cosas que mantengo presente para no hacer lo mismo, espero tampoco equivocarme en eso. Te mando besos y a la bella Dana también. :D
EliminarJaz, no seas tan dura contigo misma. De por sí las relaciones humanas son difíciles, cuando son entre un adulto y un niño lo son aun más! Yo trato de recordar cómo era cuando fui niña, se que yo debería entender a mi pequeñín, porque yo ya fui niña, y en cambio él no puede entenderme porque no ha sido adulto (jejeje, suena a broma, pero en serio me pongo a reflexionar en eso). Pero aun así hay cosas que no puedo entender! y es lógico, Gabriel es muy diferente a mí, yo siempre fui muy tranquila, y él no lo es, fui muy insegura, y él todo lo contrario, y así podría seguir...
ResponderEliminarLa verdad no creo que Leo piense que es desobediente por un día que le dijiste eso, y en un momento que los dos estaban cansados. Yo creo que ellos a pesar de que son pequeños, también entienden cuando mamá está enojada. Uno debe reflexionar cómo nos comportamos cuando estamos enojados, porque ellos copian todo lo que hacemos, pero es inevitable cometer errores, lo que sí debemos intentar es corregirlos. Por ejemplo, yo tengo un carácter horrible! me enojo y me convierto en Hulk (solo que en mujer y más bonita, jajajaja, es para hacerte reír), pero cuando empecé a ver las mismas reacciones en Gabriel (gritar, aventar cosas, etc) cuando se enojaba, pensé que no quería que él se comportara así, pero lógico que no bastaba decirle "no debes hacerlo", tenía que cambiar yo. Y me cuesta muchísimo! pero ya desde hace varias semanas me controlo, le digo que estoy molesta y que me deje sola un momento (si lo necesito), y hago otra cosa para que se me pase el coraje. Y también he visto que él ha cambiado, también me dice que está enojado y se va a buscar a otra persona, o hace caras (jaja, y ahora que las recuerdo hasta son graciosas)... pero bueno, a lo que voy, es que no creas que un error va a ser irreparable. Yo sigo cometiendo miles de errores, pero al menos éste lo pude corregir, y estoy viendo resultados muy positivos. Y sobre todo pienso que a largo plazo le servirá a Gabriel (bueno, y también a mí).
Leo sabe que tú lo quieres mucho, y eso es lo más importante, él sabe que puede contar contigo, que estás disponible para él. Yo pienso que el saberse amado es una de las cosas más importantes, abrazos para ti (de otra mamá que comete más errores)
Gracias por escribir Bere, creo que no me explique bien, pero no es la primera vez que le digo desobediente, es algo que tengo que cambiar, me cuesta mucho ser mamá, me exijo demasiado, tengo muchos miedos de equivocarme y tengo tanto miedo de que mi hijo no me quiera, de que lo traume y que esos traumas lo alejen de mi, tal vez estoy un poco loquita, pero mis circunstancias vividas me llevan a pensar en todo eso. Sin embargo aquí sigo, cometiendo errores e intentando ser una buena mamá, espero conseguirlo. Mil besos Bere preciosa, que eres una gran mamá, te quiero, te admiro y aprecio mucho tus lindas palabras. Muchos besos.
EliminarJaz bonita:
ResponderEliminarEres muy dura contigo misma, no maximices los hechos, porque tu carga será más pesada, reprochándote lo que pasó cuando eras niña-adolescente y encima lo que estás pasando ahora que eres madre.
Se te "salió" decirle eso, ambos estaban cansados, ya pasó. No es algo que le digas todos los días y a cada momento, en todo caso, si luego te das cuenta de que Leo repite esa frase, o ese comportamiento y te dice: "soy ediente" pues, simplemente le dices: Eres un niño obediente, el otro día me equivoqué. Y tán tán.
Así es como vamos arando este camino, con errores y con aciertos, ni modo, esta es la vida y no es perfecta ¡y que bueno que así sea! :D
Abrazos y besos para tí mi amiga linda.
Oli eres un amor, pensaba en omitir la parte de que Leo es desobediente, pero tienes razón, tengo que afirmar lo positivo, todas las veces que me obedece y que se porta bien debo reafirmar con otras palabras su buen comportamiento, no quiero olvidar todo lo que viví, que aunque es una pequeña forma de martirizarme me ayuda a ser una mejor madre, el hecho de alejarme de los errores de mis padres me ayuda mucho, tal vez me estoy equivocando, pero sólo lo sabremos con el tiempo. Mil gracias por comentar, te mando mil besos y gracias por tu consejo.
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