Hay muchas cosas que se dan por herencia y otras que vamos adquiriendo al pasar los años, al escribir mi blog voy notando cada día mi ignorancia hacia muchos temas, un ejemplo de eso es esta entrada, no tengo la menor idea si el ser travieso se herede o no, mi papá dice que un niño que no es travieso no es niño, pero yo no recuerdo haber sido tan traviesa, más bien era tranquila, así también me recuerdan mis papás, cuentan que me gustaba jugar sola, muchas veces me buscaban y cuando me encontraban resulta que estaba en la recamara, con la luz apagada y jugando sola en un rincón con alguna muñeca, mi hermana dice que eso debería de haberles dado miedo a mis papás, pero no fue así, tal vez fui una niña un poco antisocial, así que tal vez pienso que por eso en alguna ocasión Leo es igual que yo, antisocial, pero otras veces le sale la herencia de su papá y entonces se vuelve un pequeñito súper travieso.
Cuenta mi suegra que ella era tremenda, tan tremenda que se caía por aventarse por donde no debía, que tuvo varios tropiezos y accidentes de niña que le dejaron varias cicatrices a consecuencia de ser tan traviesa y que de igual forma mi querido esposo fue súper travieso de pequeñito. Pero bueno esta entrada no es para contar las travesuras de mi esposo, así que contaré algunas de las cosas que mi pequeñito hace últimamente.
Como saben nosotros nos fuimos por la opción de hacer una casa segura para Leo y dejar de esta forma que se desplace por todos lados sin temor a que algo le pase, a que tome algo que no debe o algo así, en la sala tenemos un tapete de fomi, Leo quita las orillas del tapete y las mete en la parte baja del horno de la estufa, abre la puertita y ahí es un escondite para él, encontré un vaso y un juguete. De por si todo el tiempo por toda la casa, quiere ser libre, incluso para comer, por tal motivo no acepta que le demos de comer en la boca, el come solito, obvio con las manos, se embarra, creo que hasta goza sintiendo la comida en todo su cuerpo, o tal vez es una treta para que lo bañe porque adora que lo bañe, así que tal vez quiere ensuciarse para que lo meta a su tina, porque la regadera ya no le gusta tanto, ahora quiere su tina.
Bueno lo de esconder las cosas en el horno no es tanto, pero entre sus juguetes me ha escondido mis llaves y también el control remoto de la televisión, me he tardado buscando por todos lados porque aparte los mete dentro de algunos juguetes y no puedo encontrarlos tan fácil, un día de plano de desespere tanto porque teníamos que ver a su papá y yo encerrada, además con mi desesperación pensaba que había sacado las llaves por debajo de la puerta y que ya las había perdido y que alguien las había encontrado, empecé a imaginar mil tonterías y al final las llaves aparecieron dentro de un juguete, mientras tanto yo me había puesto a llorar de la desesperación, lo bueno es que todo salió bien ese día.
La última visita al centro comercial fue especialmente encantadora, Leonardo se aburre de ir de espaldas, aunque nos va viendo a nosotros, no le gusta, quiere ir viendo lo mismo que nosotros e incluso quiere llevar empujando el carrito, para que no se llene de histeria sin sentido lo sentamos en la parte delantera del carrito y le decimos que se tiene que ir ahí sentado porque nos da miedo que vaya de pie, antes de más chiquito si lo dejábamos, pero ahora nos da más miedo que se vaya a caer porque ya es más alto, entonces lo dejamos ahí sentadito, por lo regular no hacemos tantas compras, así que caben Leo y las compras, este fin de semana iba Leo, una cebolla, una bolsa con nopales, yogurt, jamón, queso y no recuerdo que más, pero precisamente recuerdo eso porque en un descuido me puse a ver los juguetes de niños y la ropa de bebés, que están en la misma área, mi esposo fue a buscar algo a la farmacia y cuando regreso me dijo “porque no cuidas a Leo” y lo primero que pensé “Cómo que no lo cuido”, pero antes de decir algo me di cuenta que Leonardo se estaba comiendo la cebolla y ya se había comido un cacho de nopal crudo, además se veía que había intentado abrir el yogurt y no es que tuviera mucha hambre es que le encanta investigar y hacer travesuras, la verdad no pudimos enojarnos con él, lo malo es que no aprendí y al día siguiente fui por la mitad de un melón y otra vez Leonardo metió la mano, saco su manita llena de semillas del melón y se las metió a la boca, además de que pulverizo unas galletas. Moraleja: La canastilla de la parte trasera de los carritos es el lugar ideal para llevar a Leonardo, al menos que no compre nada comestible.
Tampoco sé si mi hijo sea un Grinch porque la música de navidad le encanta, se pone a bailar con un santa musical que tenemos en casa, pero el día de ayer se puso a quitar todos los cascabeles que cuelgan del árbol y que se encontraban a su altura, los quitaba, los aventaba al piso y se moría de la risa.
Eso sin mencionar que tenemos que seguir asegurando otras partes de la casa que pensamos que aun no eran accesibles para él. El refrigerador tiene un seguro en la parte baja, en donde se encuentra el congelador, pero ahora ya puede abrir la parte de arriba, ya alcanza los botones del horno del microondas, que ahora lo debo mantener desconectado, la lavadora tiene el seguro para niños, pero de algún modo Leonardo se lo quita, se sube a los sillones, ya cambio la grabadora de la contestadora telefónica por unas risitas suyas, le habla por teléfono a su papá a la oficina o a sus abuelos, le encanta jugar con las llaves y todo el tiempo intenta abrir puertas, de hecho tiene sus llaves pero no quiere las de juguete, quiere las suyas y ya hasta quiere jugar con el Wii, de repente agarra un control y le aprieta y dispara hacia la tele. Ya debo tener todo desconectado porque apaga y prende todo, prende el foquito del horno de la estufa, prende la tele, quiere manejar el coche de papá, todo quiere hacer, se baja de la cama, quiere bajar la palanca de la taza del baño, quiere hacer todo.
En casa de sus abuelos también se da vuelo jugando e investigando, sobre todo se aprovecha de que sus abuelos lo consienten y lo dejan hacer lo que quiera.
Que puedo decir, me encanta verlo crecer, me encantan sus travesuras y con una sonrisa me vuelve loca. Todos me dicen que tengo que agradecer que tenga un pequeñín tan inquieto, que eso es sinónimo de que está sano, así que tengo que agradecer por la salud e inquietud de este niño lindo.
Muchas gracias por leer, un beso.
jajaj que risa con las travesuras de Leo!!! Mi mamá siempre dice que lo inquieto de los niños indica que están sanos....
ResponderEliminarSabes? Peluche y Leo se parecen mucho!!! Es como leer las travesuras del Peluche, lo de las llaves, los botones de los aparatos.... es increible como les llama la atención esas cosas!
Ahh y lo de guardar juguetes en la parte de abajo del horno.... así fué como maté a shrek!!!! Un dia horneaba una torta y olia a plástico quemado, como el horno estaba nuevo, era segunda vez que lo usaba, supuse que era normal, hasta que dias después el propio Peluche sacó a Shreck derretido, lo reconocí por el color de la cabeza porque quedó totalmente deformado... ahora siempre le pregunto antes de prender el horno si ha guardado algo allí, a veces sale corriendo a revisar o de plano dice que no.
Aprovecha de enseñarle cosas a partir de esas travesuras, para que aprenda por ejemplo que un huevo no se debe dejar caer al suelo porque se rompe y se desperdicia, o que no puede estarse jugando en el lavamanos del baño porque desperdicia agua, esa palabra "desperdiciar" me ha ayudado mucho, parece que a estos niños les da miedo desperdiciar las cosas de la naturaleza....
=D me encantó este post!! y en especial amé la foto de tu hijo con su abuelo (supongo que es el abuelo) en la caja de cartón... son momentos especiales, que uno siempre recuerda con cariño... además tengo la idea que los niños se sienten felices de pertenecer a una familia, de saber que sus abuelos los quieren, aprender con quién pueden jugar rudo y con quién no...
ResponderEliminarMe imagino que terminas agotada después de tanta travesura, pero te ves feliz en las fotos, así que debo suponer que también hace renacer en ti a la niña no tan traviesa pero niña al fin que fuiste =D besos!
Ubita!! Me requete fascina que publiques con fotos por que es como leer una historieta de un Niño Llamado Leonardo :), creo que Leo si le gana por mucho a lo que Owen fué de travieso en su momento, lo más "travieso" (y descuidado de nuestra parte) fué que metió un tenedor en el contacto de la luz, iba donde estabamos nosotros y movía rápidamente sus manitas como si tratara de decirnos qué sentía cuando metía el tenedor, cuando iba a vernos no traia nada en las manos, regresaba rápidamente a la cocina y repetía la escena, hasta que su Papito lo siguió y vió que es lo que estaba haciendo.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso a ti y a tu hermoso Leo!!!
Becho!
Faith amiga, que crees, que para hacer la cena de navidad y año nuevo mi esposo bien que se acordaba de tu Peluche y revisó abajo del horno, salvamos un vasito entrenador, un llavero y un teléfono que teníamos días buscando. Gracias por escribir, aunque no te conteste en su momento, pero mil gracias. Besos.
ResponderEliminarBere: si, es su abuelo, a mi me encanta que jueguen y convivan, lo malo es que luego lo consienten mucho, pero me encanta que lo amen.
Princesa: gracias también por escribir y leer y seguirme, así es mi Leo tremendo y si recuerdo que me habías platicado esa anécdota de Owen, niños tremendos.
Besos a las tres.