En varias materias de la Licenciatura nos hablaban de la importancia de la observación, a veces olvidamos observar y por tal motivo dejamos de asombrarnos de todas las maravillas que nos rodean, me encanta ver como mi hijo va descubriendo el mundo y cada día se asombra de las cosas grandes y pequeñas que nos rodean.
Leonardo es muy observador, cuando nació mi pequeñito una de mis hermanas estuvo con nosotros en el hospital, de hecho ella lo cargo y lo tuvo en sus brazos antes que yo, después ella tuvo que alejarse de nosotros por un tiempo, pero cuando volvió a verla se quedo observando fijamente su carita, Leo era un pequeñito, sin embargo en un momento pareciera que la recordó, sonrío y se quedo feliz con ella, él se va asombrando cada día de lo que le rodea, le gusta investigar y en ocasiones pareciera muy serio, pero la realidad es que está observando todo lo que está a su alrededor.
Cuando viajamos en coche le gusta ir viendo por la ventana, al menos que el sol este muy fuerte, pero siempre observa. La casa de mi papá es un poco vieja, y en el último temblor (que paso cuando estaba a días de que mi cachorrito llegara a este mundo) se cayó una parte que corresponde al aplanado del techo, a veces cuando llegábamos a visitar a mi papá, Leo estaba un poco inquieto, pero en cuanto volteaba y veía el techo se tranquilizaba, mi tía de broma decía que Leonardo pensaba “Ya estamos en la casa del hoyo”, pero es verdad, Leonardo identificaba perfectamente esa parte del techo. Cuando viajamos en transporte público también va observando todo, bueno cuando no se duerme, porque el fular lo pone tan cómodo que se queda dormido en mis brazos.
En sus clases de Leonardo pareciera que no pone atención y no aprende nada, sin embargo en la casa realiza las actividades que le enseñan en la escuela, dependiendo la canción que le cantemos se toca su cabecita, mueve los deditos, hace un piquito de pajarito, aplaude, etc., pero claro, en la escuela no hace mucho, sólo observa y aprende. Cuando era más pequeñito le encantaba observar sus manos y la forma en que movia sus deditos, ahora cada que le ponemos un sueter o playera de manga larga saca su manita y pareciera que cuenta sus deditos... no vaya a ser que se quedara un dedo en el camino...
Ahora observa las luces y adornos del árbol de navidad, lo toca, lo siente y lo disfruta, a mi me encanta observar a mi hijo observando, desde pequeñito me observaba a mí, pareciera que quería aprenderse cada rasgo de mi rostro y yo lo veía de la misma forma, grabando en mi mente y en mi corazón cada facción y cada gesto de mi pequeñito. Mis papás dicen que de pequeña era muy observadora, con el paso de los años deje de serlo, pero afortunadamente en algún momento lo recupere, sobre todo con las actividades y tareas que me dejaban en la Universidad, ahora lo sigo haciendo y veo que mi hijo también, todavía nos falta mucho por recorrer y por supuesto mucho por aprender, muchas preguntas que me haga por sus observaciones, espero estar preparada para contestarle o bien incrementar su curiosidad.
Adoro los pequeños detalles y el observar es un placer que espero nunca perder.
Un beso a todos y gracias por leer.
:)
ResponderEliminarLindo post.
"Descubrir algo significa mirar lo mismo que esta viendo todo el mundo, y percibirlo de manera diferente"
Becho!
Me encanta Leo el observador... quizá un día sea un científico, un poeta, o un padre que verá a su hijo, como lo ves tú ahora a él...
ResponderEliminarLos pequeñines nos ayudan a redescrubrir el mundo a su manera, y sí, hay un momento en que nos acostumbramos al mundo y dejamos de observar, ojalá nuestros pequeños nos superen en esa capacidad de asombro, y logren renovar el mundo!! Jiji... pero por ahora seamos felices con ellos =D Saludos!
Princesa, preciosa frase, gracias por compartirla.
ResponderEliminarBere, pues si que puedo decir quisiera que fuera científico, matemático o físico, pero igual y termina siendo reggetonero... jajaja...
Besos a las dos.