Grandes Pasos.

Como cualquier mamá enamorada de sus hijos sólo necesitan darme cuerda para comenzar a hablar maravillas de mi hijo, y entonces les podría hablar de muchos pasos que hemos dado a lo largo de estos tres años, sostener la cabeza, sentarse, pararse, caminar, hablar, sonreír, dejar el pañal, entrar a la escuela, dibujar, dar una maroma, o cosas por el estilo, la verdad ya no suelo hablar tanto de eso porque mi hijo se ha tardado digamos más de lo que algunos consideran "normal" en hacer muchas cosas y al estar tan interesada en el tema de la crianza me tope con algunas mamás que me comentaban los grandes logros de sus hijos, y claro que me alegraba por ellas, pero también sentía que algo estaba mal porque mi hijo no lograba hacer otras cosas como yo quisiera, me encontré desde la niña que empezó a hablar a los 9 meses hasta el niño que ya avisaba para el baño al año y dos meses, por poner unos ejemplos. 

Por lo mismo ya no suelo dar fechas de edades en las que mi hijo comenzó a hacer tal o cual cosa, no quiero herir susceptibilidades ni tampoco causar controversia, lo que bien es cierto que uno de los grandes pasos que siento que hemos dado juntos como familia fue dejar atrás la tortícolis congénita de mi hijo.

Ya lo he escrito pero para los que no sepan mi hijo nació con tortícolis congénita, al segundo día lo notamos pero el pediatra nos dijo que no era nada, confiamos en él y antes de cumplir los tres meses mi hijo no mejoraba y parecía estar peor, el doctor seguía en lo mismo, se le va a quitar solito, sin embargo investigando en Internet nos encontramos con esa enfermedad y fuimos con un especialista, con terapias diarias en casa y semanales en el hospital poco a poco mi hijo fue tomando otra forma.

Recuerdo que al principio a mi hijo no le encantaban las terapias, ni los ejercicios, pero hablamos con él y le explicamos "Mi amor las terapias son muy importantes para ti, para que estés bien y que el día de mañana puedas hacer muchas cosas, sabes que te amamos y queremos tu bien", por arte de magia mi hijo se dejaba hacer las terapias, aunque llego a llorar en algunas ocasiones la mayoría de las veces cooperaba. 

Para mi fue un gran paso, enorme. En las fotos se observa la tortícolis de mi hijo en la parte superior, en las fotos de abajo ya con las tripas de cobijas que poníamos en su espalda y cuello, dormido en terapia y ahora de grande corriendo, que aun al hacerlo inclina un poco su cabeza, su doctor nos dice que es normal por aquello del equilibrio y la misma tortícolis, sin embargo poco a poco también dejará de  hacerlo. 

Yo feliz por tener un niño tan valiente y que aun siendo un bebé confió en todo momento en nosotros sus papás. Gracias por leer. Un beso. 

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