Se acerca la época de frío, bueno aquí con tanta contaminación y tantos desajustes en el medio ambiente la temperatura varía mucho, a principios de Octubre ya se sentía el frío, pero ahora mismo ha subido la temperatura y no se siente tanto, pero seguro que en Diciembre hará frío, la verdad me encanta el frío, que lastima que aquí no cae nieve porque yo estaría encantada, además también me encanta toda la ropa para el frío, los abrigos, las chamarras, guantes, bufandas, botas, orejeras, etc., todo me encanta y obvio me encanta usarlos, así que el invierno es mi época favorita del año y para darme más gusto la navidad me fascina, las posadas, el ponche caliente, los cacahuates, las jícamas, los tamarindos, los tejocotes, las piñatas, las reuniones familiares, los abrazos, los besos, los adornos, las luces, los regalos, es decir hay tanto amor en el aire, que me encanta. Por supuesto tampoco me imagine a Santa de bermudas y en el mar, no hasta que lo viví. Toda mi vida viviendo en el Distrito Federal y me encantaba, para mí no había otro lugar mejor para vivir.
También me fascinaba salir de vacaciones, a quien no, pero no me gustaba ir a la playa, creo que el mar y yo discutimos una vez porque él me invitaba a ir mar adentro y yo no quise acompañarlo, entonces se enojo, me aventó con una ola, yo me enoje con él y cada que iba a la playa, el mar me veía y hacía que el cielo se nublara, o que el sol me quemará, definitivamente teníamos una mala relación, afortunadamente con mi luna de miel que fue en “Los Cabos, Baja California Sur” las cosas empezaron a cambiar, mi esposo adora el mar y entonces el mar al verme casada con él me perdono y quiso encontentarme por todo lo que me había hecho pasar, no sé cómo pero se las arreglo para que nos fuéramos a vivir cerca de él, yo claro no estaba encantada con la idea, me enoje e incluso al llegar por primera vez a Mérida mi cuerpo se hincho y me enferme horrible, al principio no lo disfrute y me quejaba de la lentitud de las personas, quería que todo fuera rápido como aquí, que se acabara el calor y que la ciudad fuera más grande, pero a los pocos días todo cambio, no contaré mi historia de cómo viví ahí pero si diré lo siguiente:
- Extraño vivir tan cerca del mar.
- Extraño la tranquilidad de Mérida y a su linda gente.
- Extraño comer al lado de mi esposo.
- Extraño llegar a todos lados súper rápido.
- Extraño que la gente allá era súper respetuosa de las señales de tránsito.
- Extraño tener Cancún tan cerca.
- Extraño caminar con tranquilidad por el centro de la ciudad a las 11 de la noche.
- Extraño comer una marquesita.
Tal vez todo esto de extrañar me dio porque quisiera que mi hijo disfrutara más a su papá y tal vez pienso que allá tendría más tiempo para eso que aquí, pero bueno mi esposo y yo siempre decimos que donde estemos nosotros juntos ahí esta nuestro hogar, así que nuestro hogar fue un hotel por 3 meses, después rentamos una casita y después un departamento en el centro de Mérida y ahí estuvo nuestro hogar, ahora está nuevamente en el Distrito Federal, así es la vida, no me quejo, a veces es bonito extrañar.
Espero algún día llevar a mi hijo y enseñarle todo lo bello de Mérida, de Cancún y sobre todo de Cozumel, que ahora es mi segundo lugar favorito del mundo.
Me despido deseándoles que donde quiera que se encuentren disfruten con lo que tienen y que si les da por extrañar algo o a alguien, cierren los ojos, recuerden, después abran sus ojos y continúen con su vida.
Amiga es muy bonito que hayas compartido esos recuerdos, espero, algún día, poder invitar a Leonardo y a ustedes a mi hermosa casa en Cozumel, cerca del mar y la selva, y que Leo pueda disfrutar de ese lugar increible y entender las razones acerca de por qué estamos tan enamoradas de esa isla que parece forjada con ideas provenientes de un conjunto de sueños de esos que hacen que quieras seguir durmiendo.
ResponderEliminarHe imaginado una situación (la casa) futura complementando lo que tú añoraste del pasado, y así, la linea del inevitable tiempo nos coloca en este presente maravilloso con lo hermoso de nuestros recuerdos y lo esperanzadór de nuestras fantasias futuras. Vamos a seguir disfrutando nuestro presente, a seguir soñando, imaginando y por supuesto, recordando. Te quiero.
Alejandra M. V.
Amiga querida, gracias por leerme y por comentar, tu sabes cuanto te quiero y cuanto agradezco tus palabras, espero visitarte algún día con mi pequeñito lindo en tu casa de Cozu, de verdad lo deseo y disfrutar de ese hermoso lugar, ya quiero verte y platicar, te extraño. Besitos.
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