Ahora me doy cuenta cuanto tiempo he perdido en cosas triviales y no le he dado importancia a otras cosas que valen. Cada uno de nosotros le damos diferente valor a las cosas y también lo hacemos con las personas, las situaciones, es decir con el diario vivir. Debo recalcar que todos somos diferentes, como siempre digo, no se trata de definir quien es mejor o que nos hará mejores personas, a estas alturas de mi vida estoy convencida de que no todas las mujeres nacimos para ser madres, no porque no podamos tener hijos, sino porque hemos decidido no hacerlo, tal vez le damos más prioridad a nuestro desarrollo profesional o tal vez simplemente no queremos, las razones pueden ser muchas, yo en un momento me resistí, pero como alguien sabiamente me dijo alguna vez: “Cuando no tienes hijos no los necesitas, pero una vez que los tienes te das cuenta que no puedes vivir sin ellos”.
Es verdad, mi vida cambio y dio un giro de 180°, soy tan feliz con mi pequeño y eso que tantas cosas cambiaron, a continuación les comparto algunas de las cosas que cambiaron y de las cuales no me arrepiento:
- Deje de trabajar fuera de casa y con esta acción detuve mi desarrollo profesional, ahora disfruto de mi pequeñito en casa y VALE LA PENA.
- Sé que soy afortunada porque no todas las mujeres tienen el privilegio de quedarse en casa, se tiene que ser también muy valiente para dejar a los hijos y salir a trabajar, yo deje de hacerlo, morir de sueño en las mañanas y levantarme todos los días con los grititos de mi hijo VALE LA PENA.
- Los que me conocen saben que soy súper vanidosa, los problemas que tuve en mi embarazo me dejaron muchas cicatrices llamadas estrías, así que tuve que decir adiós a los bañadores de dos piezas y al menos para mí, VALE LA PENA.
- Antes era un mucho asquerosa y tuve que aprender a cambiar los pañales de mi hijo, una experiencia no grata pero verlo sonreír mientras lo hago, ver como mueve sus piecitos y se siente feliz de estar limpio, VALE LA PENA.
- Estaba acostumbrada a tener sueños profundos y placenteros, sin que nada me despertara, para conseguirlo usaba unos tapones de oídos, tuve que dejar de usarlos y acostumbrarme a levantarme 3, 4 ó hasta 5 veces en las noches para atender a mi pequeño y sí, VALE LA PENA.
- Me encanta el cine, a mi esposo también, quisimos acostumbrar a nuestro hijo desde pequeño, pero no le gusta mucho, así que cambiamos el cine por la renta de pelis y la sala de la casa y también VALE LA PENA.
- Cambiamos las fiestas de amigos de viernes y sábado por la noche por fiestas infantiles a las que antes no éramos requeridos y también VALE LA PENA.
- Dormir los sábados hasta tarde lo cambiamos por clases de estimulación temprana, efectivamente VALE LA PENA.
- Cambiamos las decisiones con base en las necesidades de nuestro hijo y si, ya lo dije muchas veces pero VALE LA PENA.
- A nuestro hijo le gusta comer lo que nosotros estamos comiendo, así que incluso hemos cambiado nuestros alimentos, ahora elegimos lo que sabemos que él puede comer, claro esto ha cambiado de acuerdo a su crecimiento pero aun preferimos no pedir picantes y procuramos no pedir refrescos, creo que mi cuerpo y mi gastritis dicen que VALE LA PENA.
Podría seguir enumerando, los cambios son bastantes, hay gente que no lo entiende, en otro post escribiré sobre algunas “amistades” que perdí al iniciar mi etapa de madre, pero tampoco me arrepiento, recupere otras amistades y para las personas que no se animan a tener hijos porque piensas que es difícil, complicado y que es una gran responsabilidad, les diré que tienen toda la razón, para mi es cada día una experiencia nueva, más aprendizaje y lo confieso, al principio pensé dejar a mi hijo en manos de expertos, para mí los expertos eran los de la guardería, porque yo no sabía nada sobre ser madre, ahora sigo sin saber, pero creo en el instinto maternal y ese creo que si lo tengo, todos los días intento ser una buena madre y sigue siendo difícil y complicado, y tal vez cuando crezca las cosas se compliquen más, pero de verdad una sonrisa, una caricia, un abrazo, unos ojitos o que simplemente mi hijo me vea fijamente, que se duerma en mis brazos, la mitad de eso VALE LA PENA.
Ciertemente VALE LA PENA... esas y muchas otras cosas más que se van presentando... yo por lo pronto me identifico con las idas al cine y los sueños placenteros.
ResponderEliminarUn abrazo
mmmmm bueno si VALE LA PENA tanto creo que nos animaremos :)
ResponderEliminarBesitos
Así es Vale la pena y no me canso de decirlo y de experimentarlo día con día.
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